Donde dije digo, digo Diego: sobre salir a correr

Yo siempre, pero siempre siempre, he dicho que ni de coña saldría a correr. Que a ver, que será muy beneficioso y saludable, pero también cansado, agotador, aburrido…

Vamos, a estas alturas cualquiera que me medio conozca sabe que el deporte y yo no somos muy amigos; de pequeña no me lo inculcaron y ahora, ya mayorcita, como que tengo otras prioridades. Aun así alguna vez he hecho algo, más por darle el gusto a marido que a mí misma: he ido un par de veces a jugar a pádel; dos o tres días he salido con la bici; voy a esquiar un par de veces al año; estuve apuntada a natación unos meses y casi un año en spinning, y poco más. Todo esto en mis últimos 15 años, no vayáis a pensar que hablo de algo reciente. Pero nunca nunca nunca, a pesar de la insistencia de marido, he salido a correr. Si es que creo que antes me pongo a practicar boxeo (bueno, aquí exagero, que el boxeo es un «deporte» que me horroriza).

Esto hasta hace dos domingos. Y aún lo estoy asimilando.

El pasado domingo 7 de abril se celebró en Castellón la IX Cursa de la Dona (Carrera de la Mujer), una marcha no competitiva de unos 3 kilómetros con carácter simbólico y reivindicativo organizada por el Ayuntamiento de Castellón bajo el lema «Somos muchas, caminamos unidas». Pues uno de mis amigos, animado por mi marido, tuvo la excelente idea de inscribirnos a las chicas de la pandilla que no acabamos de parir (3 mamis y 3 hijas). Yo dije que la haría caminando, lo que no iba a desentonar, ya que la hacen mujeres con carritos de bebé, mujeres mayores, niñas, mujeres con discapacidad. Unas corren, otras caminan, pero todas llegan y eso es lo importante.

Me creéis si os digo que la hice casi toda corriendo? A ritmo de Marcela, que con 5 años recién cumplidos tampoco es que sea Marion Jones, pero aun así me cansé, no voy a engañaros. Pero… y lo orgullosa que me sentí cuando crucé la meta de la mano de mi hija? Es indescriptible, a pesar de ser sólo 3 kilómetros a ritmo de tortuga.

¿Y sabéis qué? Que mi concepto sobre salir a correr ha cambiado. Tengo intención de salir al menos un día a la semana, media horita como mucho, corriendo lo que pueda y caminando el resto. Y estoy tan convencida y contenta por ello que hasta me he atrevido a publicarlo aquí a sabiendas de que, si finalmente no lo hago, marido y amigos lo tendrán muy fácil para reírse a mi costa.