Que Teruel existe es algo que he tenido claro desde siempre, y a juzgar por el casi 100% de ocupación en los alojamientos de esa provincia esta Semana Santa, el resto del mundo mundial también. Nunca nos había costado tanto encontrar alojamiento.
Íbamos con otra familia, la de una amiga del cole de Marcela, que casualmente tienen otra hija de la edad de Bruno, así que genial. Encontramos casa finalmente en Bronchales, un pueblo situado en la Sierra de Albarracín. Imagino que muchos conoceréis su agua embotellada y es de lógica que cerca debe haber unas fuentes. Y las hay, aunque no las vimos porque hicimos otras cosas, pero vaya, que nos habían hablado de ellas y nos quedamos con las ganas – apuntadlo por si vais -. Pero es que empezamos a caminar y los niños a subir una especie de colina, jugando en la hierba y entre matorrales, con palos, con piedras, con troncos, con agua… y echamos la tarde del viernes, día en el que llegamos y cuya mañana habíamos empleado en limpiar la casa alquilada (me acordé cien veces del propietario, que no tuvo ni la decencia de limpiar los wc, llenos de restos – grrrrrrrr -).
En Bronchales |
Por la noche, antes de acostarse, las mayores hicieron unas cestitas de Pascua que a la mañana siguiente encontrarían llenas de chocolatinas.
Momento DIY pascuero de las niñas |
El sábado visitamos Albarracín, un pueblo con encanto Declarado Conjunto Histórico-Artístico, precioso, bonito donde los haya, de verdad. Y muy recomendable para adultos y niños, a pesar de las cuestas, porque seguro que les encanta corretear por sus calles. Todo está en saber combinar los deseos de los adultos con los placeres de los pequeños, como en cualquier viaje. Es tan turístico y hacía tan buen tiempo que ante la imposibilidad de comer en los bares o restaurantes optamos por comprar unos bocatas y bajar a hacer pícnic junto al río, cerca del parque infantil en el que luego jugaron y se columpiaron los niños. Más tarde subimos al castillo, aunque por la hora no pudimos visitarlo, pero aun así mereció la pena, las niñas se creían princesas, jajaja. Lo dicho, un plan aparentemente sencillo que dio pie al disfrute de los niños.
En Albarracín |
La tarde del sábado, antes de volver a Bronchales, paramos en Cella, un pueblo con un montón de instalaciones, por lo visto el cuarto o quinto en población de la provincia de Teruel. Creo que es el sitio ideal para alojarse. No es un pueblo especialmente encantador, es más normalito, pero súper bien situado y como digo con muchas prestaciones. Su mayor atractivo turístico es la Fuente de Cella, que es el pozo artesiano más grande de Europa y el segundo del mundo, ahí es nada. Y justo al lado hay un parque infantil completísimo, cuidado y de calidad donde los niños jugaron un buen rato mientras los mayores disfrutábamos de la terracita del bar. Muy recomendable hacer parada si viajás a Teruel con niños.
La Fuente de Cella |
El domingo visitamos Dinópolis, la excursión estrella para los niños, estaba claro. He de reconocer que no sabía dónde iba, cómo era. Quizá por eso me sorprendió para bien, a pesar del precio que inicialmente me parecía elevadísimo. Está muy bien para que los niños – y los adultos – conozcan algo sobre la época de los dinosaurios – hay recreaciones muy logradas creo yo-, y la posibilidad de combinar atracciones, espectáculos y «feria» hace que sea más llevadero. Por mi parte, un punto a favor lo de que tenga mini feria, sobre todo por los pequeños, aunque las mayores casi la disfrutaron más que ellos, jeje.
Amenizando la espera para entrar en Dinópolis |
El lunes a la vuelta pasamos por Mora de Rubielos, un pueblo muy bonito donde la mayor parte del turismo me da que va a lo mismo, a comprar en las magatiendas sobre todo deportivas.
Como veis, no he pretendido con este post hacer una guía de viaje, se me da fatal entrar en detalles y saldría de aquí algo infumable para leer. Mi intención, además de contar un poco lo que hicimos en estas mini vacaciones, es que veáis Teruel como una opción para salir con los peques enseñándoos algunas alternativas de la zona.
Y vosotros, habéis hecho algo especial durante los días de fiesta?
9 Comentarios
una mama practica
28 abril, 2014 at 12:25No conozco Teruel y siempre que veo algo sobre el me acuerdo del slogan “Teruel existe” Debe de ser deformacion profesional de marketing, jejeje. Que buena pinta por lo que cuentas y las fotos! Nosotros estuvimos en Praga y me chiflo. Un besazo!
enlacajaazul
28 abril, 2014 at 18:20Pues vaya si existe! y es muy bonito!! se ve que lo pasasteis genial! mis peques en dinopolis disfrutarían muuuucho
Bego
28 abril, 2014 at 21:49pues no hemos hecho nada, victor se puso malito y aquí nos quedamos. me apunto el destino y las sugerencias para el futuro. y vaya fuerta lo de la casa alquilada toda guarretis :S
Marta Perez
29 abril, 2014 at 07:21Cuando visitamos Albarracín, para que mi marido conociera un poco la tierra que me vio crecer, se quedó alucinado. Siempre que puede, lo saca a colación, de lo mpactado que quedó. Es una maravilla.
desire duerme feliz
29 abril, 2014 at 09:22Que bien os lo habeis pasado!! Yo siempre he querido ir a dinopolis, desde pequeña. Jeje.
Raquel Rodríguez
30 abril, 2014 at 07:25Por mis venas corre sangre maña jejeje mi padre es de Teruel y mis abuelos viven en Caminreal, a 60 km de Teruel. Teruel es precioso, la ciudad es preciosa, Albarracín ni te cuento, no se si lo probaste, pero si no, la próxima vez tienes que ir a una panadería que hay segçún vas al rio, detrás de la oficina de Turismo nada más entras en Albarracín, bajas por el caminito hacia el parque y a la izquierda a bajo hay una panadería que hae un pan erdondo a la leña que te mueres de bueno, y las napolitanas de chocolate te caes de culo jajajajaj, solo cabe una persona dentro de la panadería.
Bornchales es precioso, en Teruel hay muchas cosas bonitas. Me alegro que lo disfrutarasi tanto, lo de Dinópolis lo tengo aputnado para cuado mi niño sea un poco más grande.
Mil besitos
Marta de Cuando la manada duerme
30 abril, 2014 at 10:16Genial tu post me encantaría ir a Teruel y a Dinopolis jijijij así que tomo buena nota de todo todito!!!
Que sepas que esos conejitos también estuvieron escondidos en la Leonera jajajajaj
Irene MoRe
5 mayo, 2014 at 09:04Definitivamente, tengo que hacer más turismo interior.
golosi
29 julio, 2014 at 00:21Leí los comentarios en su día, dejando pendiente responder a todos, uno por uno… hasta hoy. Lo siento, aunque ahora ya no tiene mucho sentido hacerlo. Mil gracias por comentar