Tócate. Y ojalá nunca descubras cómo ha de ser lo que tantas veces te habías preguntado si serías capaz de notar. Tócate. Ahora mismo y cualquier día. Tócate. Porque la angustia y el miedo si notas algo no serán nada comparado a si te enteras demasiado tarde por no haberte tocado antes. Tócate. Y no dudes ni tardes en pedir cita con tu médico si notas algo. Tócate. Porque nunca es pronto para empezar con las pruebas si algo nuevo hay en tus mamas. Tócate. Porque el destino también toca y no siempre para bien, y entonces más vale cogerlo a tiempo de ponerle freno. Tócate. Porque una de cada ocho mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida. Tócate. Porque te quieres. Tócate. Por tu familia, que les quieres aún más. Tócate. Y si eres madre, tócate más veces, para no tener que descubrir qué es la verdadera angustia. Tócate. Porque si hay algo lo notas. Tócate. Y ojalá nunca notes nada, porque no haya nada que notar. Pero por si acaso, tócate.
Más información: AECC.
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