A ver, sacadme de dudas, ¿son mis hijos los únicos que cuando les dices que lo que piden para Reyes vale mucho responden que da igual, que lo traen gratis? Que vale que la culpa es nuestra porque así se lo hemos enseñado, pero qué rabia me da. Muchas veces me he contradicho mental y sentimentalmente, ya que me parece precioso que mantengan la inocencia creyendo en figuras mágicas y especiales, pero entonces ¿cómo van a valorar el esfuerzo que la mayoría de padres hacemos para contentarles y contribuir a su felicidad? Sin duda está claro que la educación financiera de nuestros hijos tiene mucho que mejorar, pero espero que al menos, cuando descubran la verdad, echen la vista atrás y sepan apreciarlo.
La Navidad y semanas previas es una de las épocas del año en la que más dinero empleamos, y nuestros hijos seguramente son conscientes de ello aun creyendo que no gastamos en regalos. Pero está claro que ven mayor movimiento de compras y seguramente escuchan conversaciones en las que el tema económico está presente de una forma u otra.
Estas fechas festivas son un buen momento para aprovechar e iniciarles en educación financiera y contribuir así a que sean solidarios y responsables, a que valoren el esfuerzo, a que aprecien el ahorro y vean las recompensas que tiene, y a que lleguen a ser unos adultos consecuentes con el dinero y con la forma de gestionarlo y administrarlo.
Quiero que mis hijos sean conscientes de que las cosas cuestan dinero, un dinero que tenemos porque hemos trabajado, que no llega de la nada y que no es infinito. Intento darles explicaciones simples, aunque creo que lo que más efecto surge es, como en casi todo, dar ejemplo. Es por eso que procuro ejercer un consumo responsable, no malgastando recursos ni desechando cosas útiles, y estando ellos delante lo hago de forma más consciente y provocada. Les enseño que debemos usar el dinero convenientemente y que no hacerlo tiene consecuencias; que si gastamos en una cosa puede que no tengamos para otra y por lo tanto hay que elegir y priorizar. De hecho ellos han visto cómo en ocasiones hemos tenido que renunciar a ciertas cosas para tener otras. Y les explico que no podemos gastar todo el dinero que tenemos, que es importante destinar una parte a disfrutar y a satisfacer algunos de nuestros deseos y caprichos, pero sin olvidar que hay que ahorrar para más adelante, para imprevistos, para sueños, para gastos futuros…
Para ayudarnos en esta ardua tarea de educar financieramente a nuestros hijos, hemos empezado a utilizar la app “Mi Dinero y Yo”, de Instituto Aviva, una aplicación gratuita ¡y sin publi! para el móvil o la tablet con la que los niños aprenden a ahorrar y a usar bien su dinero. Con tres recursos diferentes: un cuento ilustrado, unos ejercicios de preguntas y una opción para dibujar, mis hijos ya han aprendido una serie de conceptos como de dónde viene el dinero, el recorrido que hace, para qué sirve y por qué es necesario el ahorro. A Marcela le ha parecido muy interesante; ella ha sido la encargada de leérselo y enseñárselo a Bruno y al acabar tenía infinidad de preguntas sobre economía doméstica, algunas de difícil respuesta.
El cuento tiene como protagonistas a Daniel y Lucía y consiste en 33 pantallas en las que se van explicando los diferentes conceptos, con escenas cotidianas con las que los niños pueden verse identificados.
«Mi Dinero y yo”, es un cuento ilustrado que tiene como objetivo facilitar a los padres la explicación a los más pequeños de la casa de términos relacionados con las finanzas y la economía familiar de una forma amena, práctica y comprensible. A través de las vivencias de Daniel y Lucía, los dos niños protagonistas de la historia, los lectores reconocerán situaciones cotidianas en las que interviene el dinero y participarán en la toma de decisiones responsables relacionadas con el consumo y el ahorro, al mismo tiempo que identifican valores necesarios para nuestra sociedad como el cuidado del medio ambiente y la solidaridad.
La parte de ejercicios es interesante a pesar de que son pocos (queremos más, jeje). Inicia con el “Test del ahorrador” y continúa con preguntas y ejercicios, algunos no del todo fáciles. Reconozco que he fallado uno.
Y la zona de dibujo pues imagino que la han incluido para darle ese aire infantil y de entretenimiento que la hace más atractiva para los niños. Yo les pedí a los mío que dibujaran algo relacionado con el dinero y dibujaron una hucha, así que creo que vamos bien.
Os recomiendo que os la descarguéis y empecéis a usarla con los peques; veréis cuánto aprenden y cómo os sorprenden después. Podéis descargarla pinchando sobre la imagen siguiente:
¿Qué os ha parecido? ¿Conocíais el cuento “Mi dinero y yo”? ¿Qué importancia dais a la educación financiera de vuestros hijos? Seguro que todos, de una forma u otra, intentáis educarles en una serie de principios y hábitos relacionados con la economía familiar.
*Este post es una colaboración con Instituto Aviva propuesta por Madresfera.
1 Comentario
jorge
17 diciembre, 2016 at 13:33Una idea fantastica